Por: Marc Galván

Viajer@s, hoy toca un poco de historia porque, aunque el Periodismo de Viajes sea de nuestra época, a lo largo de los años han existido varios personajes que dedicaron su vida a realizar viajes. Fueron descubriendo sociedades, paisajes o costumbres que para ellos eran nuevas. Cada uno con un origen diferente y con unos motivos, de distinta naturaleza. Algunos, incluso, plasmaron sus recorridos en libros.

Comencemos por el que, seguramente, todos conozcais y no es otro que Marco Polo (1254-1324) quién nació en Curzola, actual Croacia, aunque siempre se le ha relacionado con Venecia. Este comerciante y viajero italiano, escribió La descripción del Mundo a principios del siglo XIV y con el que revolucionó los conocimientos geográficos y culturales de la Europa Occidental de aquellos tiempos.

Con este libro, Marco Polo mostró a los europeos lugares asiáticos recónditos, hasta ese momento desconocidos para Europa, y sus sociedades, culturas e historias así como la fauna y la flora existente. El problema se encontraba es que los últimos viajeros occidentales, después de Alejandro Magno, no se habían atrevido a explorar Ásia. De tal manera, que desde el siglo V a.C., Marco Polo fue el primero en atrevirse a investigar estos parajes.

Existían unos conocimientos muy limitados sobre las tierras por las que pasó Marco Polo y toda la información llegaba mediante leyendas las cuales fueron discutidas él. La Descripción del Mundo fue más allá del papel y amplió los horizontes del mundo conocido por la civilización europea.

Realizó todos sus viajes por la Ruta de la Seda, la mayor ruta comercial que connectaba Occidente con Oriente Próximo y Persia con el Lejano Oriente. Fue gracias a su padre y a su tió que descubrió dicha ruta ya que fueron los primeros  en recorrerla.

La gran cualidad de este viajero veneciano fue que dejó atrás los temores de la sociedad europea de la época para adentrarse en parajes desconocidos con el fin de plasmar en sus obras todas las culturas, tradiciones y lugares que se encontró durante sus viajes. Uno de estos libros fue Il Milione en el que se relatan sus viajes a China.

Hablemos ahora del viajero musulmán por excelencia, Ibn Battuta que es, junto con Marco Polo, el gran cronista de viajes de la Edad Media. En este caso, Ibn Battuta empezó a viajar y a escribir por mera curiosidad y des de la perspectiva del Islam recorriendo el Extremo Oriente.

Ibn Battuta nació el 25 de febrero de 1305 en Tánger y murió en la ciudad marroquí de Anfa entre el año 1368 y el 1377.  Su infancia estuvo marcada por un ambiente religioso ya que su padre era cadí, un juez que aplicaba la ley coránica y tenía que dar ejemplo de buena conducta moral. Al cabo del tiempo, decidió emprender su peregrinación a La Meca pero resulto ser un recorrido de 30 años por el mundo hasta volver y finalizar en Fez. Además, se sabe que Ibn Battuta recorrió unos 20.000 quilómetros por Dar Al-Islam, es decir, el mundo árabe que ocupaba territorios desde el Magreb hasta la China, de Rusia a África y de el Al-Andalus a la India.

Cabe destacar que es el máximo exponente del género literario de la Rihla que narra los relatos de viajes, fonamentalmente, a La Meca. Ibn Battuta ejerció una profesión de Fe sin salir del contexto del Islam y defendía que no hay ningún Dios a excepto Alah y Mahoma su Profeta.

Podemos decir que se dedicó a recorrer y explorar los límites de su mundo pero no se sintió seguro cuando los traspasaba por lo que siempre se quedó en una perspectiva cerrada.  Exploró el mundo árabe pero siempre le asustó salir hacia el exterior.

Vamos a acabar esta entrada de hoy con un viajero poco conocido. Zheng He (1371-1433/35) nació en Kunning, al sur este de China. Siendo el navegante, más importante de la historia de China realizó 7 grandes viajes acompañado de 30.000 hombres y en casi 300 naves.

Este singular personaje era un eunuco que se acabó conviertiendo en un oficial de máxima confianza del emperador chino Zhu Di por lo que este le mandó iniciar estos viajes por el Océano Occidental.

Estas 7 travesías, fueron encomendadas a Zheng He para realizar intercambios diplomáticos, comerciales y cultures con el extranjero. El Imperio alcanzó su máximo esplendor y la economía creció por lo que se enzarzó a la carrera para aproximarse a otros pueblos y lograr beneficios a distintos niveles.

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Los tres grandes viajeros de la Baja Edad Media recorrieron senderos, rutas y territorios estudiando las gentes que se encontraban y dejando constancia de ello. Aunque los motivos eran diferentes, los tres realizaron aquello que nos gusta tanto: viajar.