La parte comercial, donde se encuentran heladerías, restaurantes, supermercados y hoteles, es una zona densamente transitada por peatones de distintas nacionalidades pero, sorprendentemente, es agradable pasear por sus calles. Aunque viven repletas de gente en pleno verano, son acogedoras para el visitante gracias a sus edificios con encanto y sus pequeñas plazas donde es válido sentarse a descansar mientras se observa el bullicio de la actividad diaria.

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Tossa se caracteriza también por sus playas y por su popular bahía. Muchos bañistas se reúnen allí para pasar el día disfrutando de las aguas cálidas del Mediterráneo mientras observan veleros pasar unos metros mar adentro. De todas formas, como buenos viajeros que buscan alejarse de lo más común, te recomendamos una pequeña playa que se encuentra al lado de la muralla medieval: Cala d’Es Codolar. Aunque no es la principal, dependiendo de la hora en la que llegues, cuesta encontrar un sitio donde dejar la toalla para disfrutar de una arena formada por piedritas, de un agua escondida entre rocas y peñascos presididos por el Camí de Ronda. La alternativa más efectiva es esperar a que baje un poco el sol y a medida que la gente va dejando su sitio se puede disfrutar de las aguas calmadas y ver a algún niño intentando agarrar peces escondidos entre las algas y al lado de las rocas.

El recinto amurallado de Tossa, la “Vila Vella” fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1931. Además, se trata del único lugar fortificado y de orígen medieval en el Litoral Catalán.

Pasear por sus callejones estrechos, ver sus características casas, disfrutar del recorrido por una parte de la muralla que se conserva, admirar las vistas de las playas, recorrer la bahía en kayak o ir hasta el faro pasando por el mirador son algunas de las actividades que se pueden hacer al visitar esta localidad de la Costa Brava.

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Igualmente, no se deben olvidar las edificaciones medievales como la Casa del Batlle, el Hospital de la Vila Vella, la Casa del Sant Drap y el absis con una clave de bóveda de Sant Vicenç, patrón de la vila, de la iglesia gótica.

Tossa de Mar es el destino ideal para aquellos que busquen un poco de desconexión en un pueblo que mantiene el encanto típico de la Costa Brava. Una localidad donde disfrutar de la playa en frente del mar Mediterráneo que baña los límites de una vila con los vestigios de una historia muy antigua.