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El reportaje de nuestro viaje

Es hora de hablar de nuestro periodismo: el de viajes. Lo haremos a través de nuestra experiencia en la clase El relato periodístico de viajes: La Crónica y el reportaje impartida por el profesor Mariano Belenguer. Hoy, daremos especial importancia al reportaje.

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La regla principal es, según Belenguer, hablar desde el “yo” sin hablar del “yo”. Nuestros queridos viajeros y viajeras pensarán que esta regla no tiene sentido. ¡Todo al contrario! La clave para hacer un buen trabajo es relatar las experiencias propias, pero sin darte a ti mismo un papel principal. Los protagonistas son las personas y los distintos elementos con los que nos cruzamos a lo largo del viaje, el cual va variando cuando uno menos se lo espera.

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El Periodismo de Viajes es muy heterogéneo,  por lo que cuando hablamos de relatos de viajes es difícil establecer una clasificación . Hay muchos profesionales inmersos en este mundo: historiadores, naturalistas, aventureros, entre otros. Lo que si que cierto es que los primeros relatos fueron orales y sus creadores eran antropólogos.

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Así, tenemos cinco grandes tipos de relatos de viajes: libros literarios; textos narrativos de, por ejemplo, exploradores; textos científicos; guías turísticas para el viajero y textos periodísticos de viajes y turismo.

Pasemos a lo que nos interesa de verdad: Cómo hacer un buen reportaje al final de tu viaje.

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Belenguer asegura que para que, realmente, el viaje sirva para nuestro futuro proyecto se tiene que organizar un equipo de trabajo con personas que persigan el mismo objetivo que tú: lograr un exitoso  trabajo de campo.

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Mariano Belenguer nos habla de tres fases durante el desarrollo de nuestro trabajo:

  1. La planificación previa al viaje:

Estudiar los productos que hay en el mercado sobre el mismo tema para hacer algo original. Con este primer paso, sabremos en qué zonas del destino será factible desenvolver nuestro proyecto y sus posibilidades de ser acogido ahí. Siempre es importante tener un listado con posibles temas antes de visitar el lugar escogido.

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A la hora de elegir el tópico hay dos opciones: la de los conservadores, que es ir a lo seguro y buscar los sitios poco explorados; o la de los valientes, trabajar en un destino muy popular,pero de una manera original y nueva.

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Antes de iniciar la aventura, se deben consultar distintas fuentes de información, como instituciones gubernamentales e Internet, y construir una red de contactos que sea útil antes, durante y después del viaje. Es necesario planificar una ruta en función los días destinados a cada zona, a pesar de que esto pueda cambiar sobre la marcha. Finalmente, no olvidar un elemento de vital importancia: el cuaderno de viaje.

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   2. Cometido durante el viaje:

Siempre surgen imprevistos, pero nunca debemos verlos como algo negativo, sino aprovecharlos para enriquecer nuestro proyecto.

Valorar sobre el terreno los temas propuestos porque quizás no se pueden tratar todos y siempre estar abiertos a nuevos objetivos allí planteados. Ir improvisando a lo largo del viaje forma parte de nuestra experiencia, por lo que es esencial apuntar todo aquello que nos pueda servir para el reportaje en nuestro cuaderno de viaje y, así, ir construyendo nuestro producto final.

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​   3. Trabajo después del viaje:

El relato final que escribimos, aunque sea en primera persona, no debe hacernos entrar dentro de sus líneas. Un texto con retórica literaria y una ágil redacción.

Como ya sabemos, un trabajo sin caer en los estereotipos siempre nos dará una mejor visión y explicación de eso que estamos relatando, por lo que es vital organizar estructural y cronológicamente nuestro trabajo haciéndolo atractivo para la gente que nos va a leer.

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Recuerda que viajar es una aventura de trabajo, diversión y conocimiento.

Por: Marc Galván

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