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Solo si te atreves

Para quien quiera ser reportero de viajes, acá ciertas bases que no se pueden olvidar: tener ética, documentarse siempre y darle valor añadido a lo que hagamos. De esta forma, “podemos hacer que la vocación vaya de la mano con el trabajo que deseamos” y esto lo confirma David Rull, uno de los primeros profesores del Máster en Periodismo de Viajes.

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David, en un primer encuentro llamado “Divulgación histórica, arqueológica y cultural en el periodismo de viajes”, compartió sus experiencias acerca de los viajes, de los códigos culturales, de la fotografía de viajes y de los diferentes estilos de guías. Aunque fueron muchos los temas tratados, estas son algunas de sus ideas para tener en cuenta a la hora de viajar y de realizar proyectos fuera de la zona de confort del periodista y de la propia cultura.

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Para iniciar, un viaje debe narrarse y contarse a los demás agregándole información cultural, histórica, arqueológica y de otro tipo que enriquezca el contenido. Algunas recomendaciones para destacar son la originalidad, la especialización en un tema, emprender nuevos modelos, apoyarnos en nuevas tecnologías y generar una sinergia con personas conocedoras sobre diferentes temas.

 

También es necesario dejar de lado el ‘yo’ pues, aunque debemos contar las historias en primera persona para que el lector tenga información real y de primera mano, nunca debemos ser nosotros los protagonistas.

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En cuanto a la fotografía, al enfocar personas se necesita un cuidado especial pues se adquieren compromisos con quienes se encuentran y se deben romper las barreras impuestas a través de la proximidad, empatía y respeto. Así pues, el periodista de viajes necesita tiempo para narrar, describir, ilustrar y contextualizar sus viajes y contar de la mejor forma posible los diferentes lugares y las aventuras que se arriesgará a tener y a conocer.

Por: Ángela Morales

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