Fez es exótica, idílica, mística, medieval, desordenada... Fez es caótica pero mágica. Al constante intento de esquivar a sus característicos transportes de mercancías y así poder evitar ser atropellado por motos o burros, se le contrapone la sonrisa sincera de sus niños, el arraigo a las tradiciones y la fe omnipresente en una fuerza superior, donde la cara espiritual es más valiosa que la material.

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Fez es una tierra de contrastes en una ciudad versátil que parece no haber sufrido el paso del tiempo teniendo, así, la particularidad de ser la única ciudad que ha conseguido modernizarse sin perder su esencia... Es un carácter de vivir donde la hospitalidad permanece en sus habitantes como si de una ley no escrita se tratara.

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Considerada uno de los destinos turísticos más recomendados de Marruecos, Fez es la capital cultural, religiosa y espiritual de este país. Vale la pena visitarla por su cultura, sus paisajes, su gastronomía, su historia...

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Recorriendo el laberíntico cuerpo de su medina nos trasladamos a otra época donde la vista se satura de color, los aromas te envuelven en cada rincón y el paladar se llena de diferentes sabores. Donde contemplamos cientos de artesanos trabajando en oficios olvidados en gran parte del mundo: alfareros, orfebres, tejedores y curtidores de piel nos harán fascinarnos pero a la misma vez hacernos sentir sacudidos por el duro trabajo que realizan diariamente en esas calles.

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Y sí, Fez es nuestro destino, en el que nos adentraremos y aprenderemos, una vez más, sobre la gente del lugar. Recorreremos la ciudad a través de sus puertas y buscaremos las historias que se encuentran tras ellas. Historias únicas que de seguro no nos dejaran indiferentes y nos ayudaran a comprender no solo una ciudad, sino también un país, una cultura...

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¿Te atreves a aventurarte a la ciudad más antigua, rica y misteriosa de las cuatro ciudades imperiales de Marruecos con nosotros? ¡Empieza la cuenta regresiva!

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