El Islam para comprender fez
Antes de nuestro inminente viaje a Fez, ciudad considerada la capital religiosa y cultural de Marruecos, nos adentramos y empapamos en su religión y las costumbres derivadas de esta. El Islam es una doctrina tan antigua como compleja, por lo que en este caso nos centramos en sus pilares. Son cinco las creencias que cimientan el Islam y sostienen su peso desde los inicios hasta la actualidad.
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El primero: la profesión de la fe o shahada. La religión islámica está fundamentada en el lema "No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta", que quiere recalcar la existencia de un único Dios existente en una sola forma. Con esta frase declaran su adhesión al Islam durante toda su vida.
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El segundo: la oración. Es la unión directa entre Dios y el creyente, sin intermediarios. Consiste en recitar versos del Corán, añadiendo una serie de reclinaciones. El musulmán tiene que rezar cinco veces durante el día: al alba, al mediodía, en la tarde, en la puesta de sol y por la noche. Siempre antes de empezar con la oración, la persona debe llevar a cabo la ablución, normalmente la menor, que consiste en lavarse la cara, las manos, la cabeza y los pies. La ablución mayor, reservada a algunos casos especiales, cosiste en el lavado de todo el cuerpo. El rezo puede realizarse en cualquier lugar, siempre en dirección a la Meca, con los pies descalzos y sobre una alfombrilla especial.
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El tercero: dar el Zakat o la limosna a los necesitados. Se establece que los musulmanes deben dar cada año el 2,5% de sus riquezas, no solo en dinero sino también en bienes. Según la creencia, esto evita la acumulación de riquezas al tiempo que elimina la codicia y beneficia a la sociedad.
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El cuarto: el ayuno o sawn. Es obligatorio durante el mes de ramadán y consiste en abstenerse de beber, comer y tener relaciones sexuales desde la salida hasta la puesta del sol. Los musulmanes se ponen en la piel de aquellos que no tienen nada y lo toman como una purificación del alma. El ramadán es un mes en el que las familias viven unidas y de noche. Se juntan para celebrar el fin del ayuno y preparar grandes comidas para aguantar en siguiente día.
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El quinto: la peregrinación a la Meca. Es obligatoria al menos una vez en la vida para todo aquel que disponga de la salud y los recursos económicos necesarios para realizarla. La Meca se puede visitar durante todo el año, pero es en el duodécimo mes del calendario islámico cuando se reúnen los peregrinos. En esta celebración los hombres van ataviados con una vestimenta especial y muy sencilla, haciendo invisible cualquier diferencia cultural o económica entre ellos.