top of page

Té marroquí: Un asunto de hombres

Texto: Carolina Prado fotografías: Ángela Morales

“El té debe ser preparado con consideración y recibido con gratitud” 

Sen no Rikyu     

  Aquí no existe la hora del té. Tampoco ceremonias protocolares ni silencios reflexivos. En Marruecos, el ritual del té es considerado su mejor expresión de hospitalidad y cortesía, así te recibirán en sus casas o al entrar en cualquier lugar, con un colorido y perfectamente decorado vaso de té.

    Una tradición que ha sido preservada por los marroquíes durante siglos y que si bien en cada región se puede preparar de diferente manera, el o los protagonistas del ritual serán siempre los hombres. Deberá ser elaborado y servido por el anfitrión de la casa, siendo así el varón con mayor jerarquía de la familia quien deba iniciar y terminar el ritual. Infusión que parece sencilla a la vista pero que encierra en su proceso de preparación un conjunto de conocimiento heredados de generación en generación.

​


   

      Su elaboración consiste en mezclar primeramente el agua hirviendo con el té verde gunpowder, tipo de té originario de China. A este primer paso se le considera como el lavado de té ya que ayuda a aminorar su amargor. En una segunda instancia, se agrega agua nuevamente y se deja reposar durante un minuto. Finalmente, se mezclan las hojas de menta y el azúcar. Tradicionalmente se vierte desde lo alto para generar espuma al momento de servirlo.

    Sin importar las altas temperaturas que nos regala este país africano, sentarse a disfrutar un vaso de té es la excusa perfecta para compartir el día con su gente. Su fresco sabor a menta ayudará a sobrellevar los intensos y cálidos rayos de sol y beberlo después de comer nos hará recordar sus múltiples beneficios digestivos.

    Rodeados de teteras metálicas y curiosos vasos se encuentra el perfecto acompañante para el momento del té: los dulces y postres marroquíes. Desde miel y hojaldres hasta dátiles y uvas pasas, aparece a la mesa una amplia variedad de dulces a degustar. Cuerno de gacela, ghribas (pequeñas galletas con sésamo y canela) y ghoriba de almendras son algunos de los bocados marroquíes que seducen hasta al más exigente paladar. 

bottom of page