En sus calles se reparte elegancia y se respira calma. La principal ciudad de la Confederación Suiza presume de un paisaje alucinante, con techos de picos finos que se pierden en la altura y un lago que la embellece al instante. Es sede de universidades prestigiosas que recibieron en sus aulas a 21 premios Nobel, incluyendo a Albert Einstein. Es ideal para encontrar la paz. Con su característico silencio, Zúrich deja en evidencia que le genera envidia hasta a los Alpes que la rodean.