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La casualidad que nos llevó a la biblioteca

Fueron muchos los obstáculos que se pusieron en nuestro camino y muchas las personas que hicieron difícil que esta historia saliera adelante. Nunca perdimos la esperanza.

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La información sobre la biblioteca y su restauración que encontramos en internet era muy diferente según las páginas que consultamos. No había ningún sitio oficial que proporcionara el horario, precio de los  tickets ni fecha de inauguración. La biblioteca de Fez es una de las más antiguas del mundo y la más importante en el mundo islámico, por lo que nos parecía muy extraño que no hubiera nada en la red que no fueran artículo de periódicos fechado hace años. 

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Un poco a ciegas intentamos entrar. Fueron tres veces las que nos acercamos a la puerta de aquella biblioteca. Las dos primeras nos fuimos por donde habíamos venido. Un guardia de seguridad nos pidió 20 euros por entrar, el otro nos dijo que la abrirían una semana. La tercera vez que fuimos llamamos a Othman, protagonista de otra de nuestras historias. Gracias a él, y a los 50 dirhams que le dimos al guardia, pudimos entrar finalmente. Las obras de restauración habían terminado, pero aún no estaba permitido el acceso. Una vez dentro nos maravillamos. Paseamos por la sala y preguntamos si podíamos hacer unas fotos. La respuesta fue negativa. 

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Unos días después cenamos en un mexicano en medio de la medina, muy cerca de donde nos hospedábamos. Llevábamos tiempo queriendo ir a ese pintoresco y diminuto restaurante de puertas rosa fucsia y coronado con una calavera mexicana. Conocimos a la dueña, una chef vasca que había crecido en Fez y que conocía a Aziza Chaouni, la arquitecta que se había encargado de la restauración de la biblioteca. No sabría si llamarlo casualidad o qué. Al día siguiente le hicimos una entrevista por teléfono a Aziza que se convirtió en el personaje principal de la historia. 

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Las casualidades han llenado nuestro viaje de magníficos momentos y sin ellas nuestro libro no sería el que va a ser, muchas de nuestras historias no existirían.

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¡Para saber más tendrás que esperar a que publiquemos nuestro libro!

Texto y fotografía

por: Ángela Sanz

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